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Integrar una piscina en el jardín
23 May 2018

Cinco tips para conseguir integrar una piscina en el jardín

Integrar una piscina en el jardínSe acerca el verano, el buen tiempo nos invita a buscar nuevas formas de refrescarnos y una piscina se antoja como el mejor remedio contra el calor y el sol abrasador que se avecina. Muchas viviendas unifamiliares disponen del terreno suficiente como para plantearse instalar una, pero no todas las piscinas encajan en todos los jardines, ni basta con encajarla en un lateral en el que pensamos que pueda cabernos. Por eso, desde Llaralia os contamos cinco elementos a tener en cuenta para integrar una piscina en el jardín de forma armónica, práctica y estética.

Las reformas integrales en unifamiliares suelen, cuando las posibilidades de espacio y presupuesto lo permiten, suelen contemplar una piscina como uno de los elementos exteriores más importantes. Pero mejor analizar qué y cómo antes de preocuparnos por la materialización.

  1. Elige la ubicación perfecta. Gran parte del éxito a la hora de integrar una piscina en el jardín tiene que ver con dónde la pongamos. Debemos analizar el espacio disponible y elegir un sitio que al mismo tiempo permita mantener cierta intimidad, pero que reciba el máximo número de horas de sol directo que sea posible. La luz natural permitirá regular la temperatura del agua mejor.
  2. Cuidado con la vegetación. Las plantas son un elemento más del exterior de las viviendas unifamiliares, pero a la hora de confluir con una piscina puede haber ciertos conflictos. Es preferible evitar plantas demasiado grandes cerca de la piscina: son un foco de insectos, suciedad involuntaria e incluso aves que, con una piscina al lado, se traduce en horas y gastos extra de limpieza y mantenimiento. Podemos optar por plantas pequeñas, de hoja perenne, para darle a la piscina un entorno verde bonito y práctico a la vez. Además, la proximidad de árboles puede provocar graves desperfectos por el crecimiento de las raíces.
  3. Entorno del agua. La piscina no puede dejarse caer sin más. Aunque ya tengamos elegida la ubicación, para integrar una piscina en el jardín con éxito tiene que haber una transición entre ambas zonas: una zona de tarima, una barandilla o un pequeño muro son algunos de los recursos más habituales, pero las opciones son casi ilimitadas.
  4. Elige el tipo de piscina. Hay tantos tipos de piscina como de jardín, y no necesariamente todos pegan con todos. No es lo mismo una piscina infinita, minimalista y elegante, que una con rocas y aspecto rústico o el aire bohemio de los entornos de madera. Para que la piscina no quede desubicada con lo que tiene alrededor, estudiemos tanto la zona exterior como la vivienda en su conjunto antes de decidir qué piscina ponemos.
  5. Ten en cuenta los elementos extra. Una piscina es una parte más de un conjunto de elementos. Además de la vegetación, la ubicación o el entorno, hay que tener en cuenta los pequeños extras que van parejos a la instalación de una piscina: sombrillas, tumbonas, ducha, zona antideslizante… Un cúmulo de elementos que harán más fácil vivir y disfrutar nuestra piscina.

Si quieres realizar una reforma integral en tu vivienda unifamiliar, en Llaralia contamos con el equipo y los recursos necesarios para ayudarte.

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