Cubiertas para terrazas: tu gran aliado en la transición al otoño

Disponer de espacios exteriores en casa es una ventaja añadida indiscutible en cualquier vivienda. Poder aprovechar el aire libre, el sol y todas las posibilidades que nos ofrecen las épocas de buen tiempo ayuda a poder vivir una mejor experiencia en nuestro hogar, que en ocasiones puede quedar deslucida si la climatología no acompaña. Para suavizar esas fases intermedias y prolongar la vida útil de los espacios podemos contar, por ejemplo, con soluciones como las cubiertas para terrazas: una forma de poder estar al aire libre pero protegidos.

Cuando acometemos una reforma integral en una vivienda unifamiliar, además de renovar e incluso redistribuir todos los espacios interiores, la parte exterior de la casa nos da unas opciones prácticamente infinitas para mejorar su usabilidad, apariencia y comodidad. Optar por cubiertas para terrazas es una solución que ayuda a poder ganarle ventaja a la llegada del frío.

Sin llegar a ser un cerramiento, que prácticamente sirve para ganar una habitación de interior a un espacio exterior, las cubiertas para terrazas permiten paliar pequeñas inclemencias meteorológicas y poder disfrutar del aire libre más allá del verano, tanto por delante como por detrás: noches de fresco, o incluso lluvia, que pueden vivirse a cubierto, con comodidad y oxígeno. Además de, por supuesto, vivir el estío con protección contra el sol directo y las altas temperaturas.

Tipos de cubiertas para terrazas

A la hora de cubrir una parte de nuestra terraza o jardín, los materiales y las técnicas que utilicemos en la ejecución tendrán mucho que ver en la forma en la que la vivamos: si tiene un techo completamente opaco, estará más aislado del sol o la lluvia; si optamos por algo que no cubra por completo, la sensación de aire libre será superior. Para ello, distintas opciones:

• Cristal. Aunque es más habitual en cerramientos que en cubiertas, es una buena opción para estar cubiertos y, en mayor o menor medida en función de la opacidad, dejar pasar luz.
• Madera. Es una de las opciones más recurrentes por su resistencia y, por supuesto, por su facilidad para integrarse estéticamente en espacios exteriores. Otra variante son las cañas: dan mayor sensación de ligereza y naturalidad.
• Textil. Aunque su impermeabilidad o resistencia no son tan elevadas como en materiales más robustos, hoy en día hay telas de gran consistencia y durabilidad para espacios exteriores.
• Toldos. Es una forma de crear un espacio híbrido sin necesidad de instalar una cubierta permanente: podemos amueblar y, en función de la necesidad, poner y quitar los toldos.

¿Quieres una cubierta para tu terraza? En Llaralia somos especialistas en reformas integrales y podemos integrarlo en el plan de tu vivienda. Contacta con nosotros.